sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Nuestra dieta es equilibrada?

Esta pregunta nos la hemos hecho alguna vez (probablemente) y también si es saludable; esperamos desde este blog, poder aclarar alguna duda al respecto.

La dieta saludable y equilibrada debe contener tipos de alimentos diferentes con lo cual, siempre tendremos el aporte adecuado de todo los nutrientes que necesitamos: glúcidos, proteínas, lípidos, vitaminas y sales minerales; los alimentos que ingerimos, una vez digeridos van a transformarse en esos nutrientes de los que hablamos y que van a ir a nuestras células, y  de los cuales  obtendremos energía para realizar todo tipo de actividades y también materia para crecer, formar nuevas células, desarrollarnos, etc.;  cómo podemos ver es sumamente  importante  alimentarse bien.
Para conseguirlo debemos tener en cuenta algunas ideas:
En nuestra dieta diaria debemos tomar alimentos variados; es muy aconsejable  aportar calorías de los glúcidos (hidratos de carbono) y deben ser aproximadamente un 55%; también necesitamos un 15% procedente de alimentos proteicos y un 30% de los lípidos; todo es aproximadamente y como deducimos debe ser en unas cantidades equilibradas.
Para mantener la actividad del organismo necesitamos energía que la obtenemos de nutrientes que nos la proporcionan, como son los glúcidos y lípidos; pero también tenemos que formar tejidos y necesitamos nutrientes estructurales como las proteínas y no sólo eso, también necesitamos que funcione bien el organismo y nos lo facilitan las vitaminas  y las sales minerales.
Otra cuestión muy importante es  no saltarnos el desayuno; es fundamental ya que empezamos a trabajar por la mañana y si no hemos ingerido nada es perjudicial; hay que tener en cuenta que aunque  hemos estado durmiendo, también hemos gastado en el funcionamiento de nuestro cuerpo y  no se ha repuesto esa pérdida de energía; un buen desayuno es vital para que en el trabajo podamos tener una mejor actividad cerebral; muchas veces hay pérdida de atención, y en el aula por ejemplo se nota.

Tomar frutas y verduras, ricas en fibra y así facilitar el tracto intestinal, además de aportarnos muchas vitaminas. Comer pescado, beber agua para evitar la deshidratación; evitar tomar mucha grasa sobre todo procedente de alimentos precocinados o bollería industrial, que son perjudiciales para el aparato circulatorio, ya que aumenta el nivel de colesterol.

Podemos fijarnos en estas pirámides alimentarias que nos indican las recomendaciones para el consumo de los alimentos.
Otro día seguiremos hablando de este tema tan importante para nuestra salud.
María Antonia